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La Escuela Católica

Con la escuela coexisten otros agentes culturizadores, que ofrecen proyectos y modelos de vida no siempre coincidentes:

-La familia, insustituible pero insuficiente agente educativo, que debe ser respetada y ayudada a discernir su valor fundante y proyecto de vida asumido.

-Los grupos y ambientes humanos que rodean, alternan o incluso sustituyen a la familia.

-Los medios de comunicación social, que siempre brindan de modo altamente sugestivo sus modelos y proyectos de vida.

Nuestra escuela, en cuanto "católica", propone un proyecto educativo en el cual Cristo es el fundamento. El fin es permitir al educando descubrir, formular y autoconducir su personal proyecto de vida, adquirir convicciones profundas y actitudes sólidas, y asumir compromisos coherentes desde su condición de bautizado: síntesis entre fe y vida. Las escuelas católicas se distinguen por la referencia explícita y compartida por todos los miembros de la comunidad escolar a la visión cristiana de la vida, del mundo y de la historia.

Concientes de que el hombre histórico ha sido salvado por Cristo, las normas educativas, las motivaciones interiores y las metas finales de la tarea educativa tenderán a formar al cristiano en la gracia y en las virtudes que lo configuran con Cristo, su modelo, y le permitan colaborar en la construcción del Reino de Dios.

Educar es formar comunidad. Al ser la Trinidad el arquetipo de la familia y de la comunidad, el proceso catequístico escolar tendrá como imagen conductora de las relaciones interpersonales el modelo de las relaciones de "familiaridad" intratrinitaria.

Como comunidad cristiana, la escuela católica:

-se alimenta y confronta con la Palabra de Dios,

-es comunidad orante y litúrgica,

-procura en la institución escolar una atmósfera animada de un espíritu evangélico de libertad y caridad,

-suscita la devoción filial a la Virgen María como Madre, Modelo e Intercesora.

En cuanto comunidad eclesial, la escuela católica participa de la misión de la Iglesia: evangelizar. Vive el ideal de comunidad educativa como comunidad cristiana testimonial.

En lo académico, la escuela católica procura capacitar para la inculturación de la fe, reflexionando sobre las exigencias de la fe en todos los sectores del conocimiento y de la responsabilidad humana.